ADROGUÉ ANTIGUO
Cuando los recuerdos
tiñen de sonidos
el rincón del cuarto
vuelven parsimoniosos
en su vago andar, los años...
Un canto de mirlos,
y el suave perfume de nardos
recuerdame,
tibieza de tardes otoñales
las horas desgajadas
en dulces manantiales
de crujientes maderos
y sabrosos despertares.
Desde más allá del tiempo
vuelve, mi soledad a acompañarme
preludio de silencio
viento y tempestades,
armonía perfecta
de susurros y palabras.
Y por más que te invoque
el perfume de tilos y nardos
inunda ahora si,
todo el cuarto...
Para llevarme
al profundo desamparo de tus brazos,
y confundirme,
en adoquines y farolas
y entramados jardines
dejando mis sueños transcurrir,
en un olvidado Adrogué
antiguo,solitario y vacío,
nuevamente suena el ángelus ...
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