sábado, 3 de octubre de 2009

LÍRICA XXVI


ADROGUÉ ANTIGUO


Cuando los recuerdos

tiñen de sonidos

el rincón del cuarto

vuelven parsimoniosos

en su vago andar, los años...

Un canto de mirlos,

y el suave perfume de nardos

recuerdame,

tibieza de tardes otoñales

las horas desgajadas

en dulces manantiales

de crujientes maderos

y sabrosos despertares.

Desde más allá del tiempo

vuelve, mi soledad a acompañarme

preludio de silencio

viento y tempestades,

armonía perfecta

de susurros y palabras.

Y por más que te invoque

el perfume de tilos y nardos

inunda ahora si,

todo el cuarto...

Para llevarme

al profundo desamparo de tus brazos,

y confundirme,

en adoquines y farolas

y entramados jardines

dejando mis sueños transcurrir,

en un olvidado Adrogué

antiguo,solitario y vacío,

nuevamente suena el ángelus ...



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