martes, 25 de marzo de 2014



Almirante Brown,y sus localidades, tienen muchas historias ,que se pueden encontrar antes y después de la fundación del partido, como detalle tomemos  las postas que se ubicaron en los montes de durazneros, que embellecían estos lugares allá por el 1600,y de los cuales se utilizaba su madera para leña en la ciudad de Buenos Aires, los frutos atraían una notable fauna avícola, por lo cual al referirse a esa zona la llamaban Monte Chingolo. recordemos para cotejar ,que la primera casa que hizo construir Don Esteban Adrogué,en la s actuales calles Diagonal Brown y Espora ,data de 1872.,donde se encuentra actualmente el Museo y Archivo histórico.
Dejando de lado controversias y discusiones del pasado, toda figura y mente emprendedora tiene detractores y seguidores,a ello no escapo Don Esteban, entonces dejo librada  a propias conjeturas
la siguiente situación…Dos años antes de  de esa primera casa construida para sus hijas ,visita Buenos Aires un escritor Francés,el renombrado Julio Verne, dicta unas charlas de urbanización, supuestamente a decir de Verne el hacinamiento es una de las consecuencia de muchos males,la epidemia que había asolado Buenos Aires,justificaba el encuentro,asisten Don Esteban y su amigo
el Ingeniero Canale, el prestigio de ambos y la ilustre visita acuerdan más de un encuentro para darle forma a ese sueño que Don Esteban tenía en mente para esta zona, donde pensaba establecerse abandonando el Barrio La Paz. Pero para hacernos más difíciles las conclusiones  a la ligera ,tomemos a uno de los personajes de esta historia, el escritor, Julio Verne, venía trabajando en una novela, la idea no era propia así que compro los derechos a su autor,y comenzó a darle a la historia su estilo y modificarla en parte a su gusto, la  novela apareció recién editada en 1875 con el nombre de Quinientos millones de la Princesa India, y otros  nombres por el estilo que dependen de la editorial y de la traducción. En esencia la historia  se basa en dos ciudades enfrentadas  una  industrial que por todos los medios quiere destruir  la Villa Francia o France-ville, que debido al placer de Verne por la urbanización  hace en la novela un detalle pormenorizado  de esa Franceville ciudad completamente dedicada a las artes. Luego de aquel encuentro el Ingeniero Canale diagrama nuestra futura ciudad de Adrogué, con plazas que recuerdan la ubicación de las naves del Almirante Guillermo Brown, en la batalla de Juncal,pero por raras coincidencias nuestra Ciudad es análoga a aquella Ciudad de las Artes descripta por Julio Verne, sabemos también que Canale diseña los edificios ,entre ellos el Templo ,un homenaje a Gabriel, con el tiempo mentes innovadoras destruyeron completamente el edificio ,incluso desaparecieron imágenes y adornos y aquí ya comparto la imaginación del escritor francés, Julio GABRIEL Verne


viernes, 14 de marzo de 2014

Vargas Llosa cuadrangular Homenaje 2-2-2011




Cuadrangular homenaje a Vargas Llosa
Sarandí un topónimo, la mejor manera de agasajar a un premio Nobel de Literatura. Sarandí, un lugar habitado en un principio por guaraníes, los de Ñeé-porá , la bella palabra, entregada como un Don del Creador. Sarandí el nombre que dieron esos grupos de naturales a una flor del lugar. Sarandí, hasta allí llegaron los adelantados españoles  . Sarandí, en el año 1625, después de mucho esfuerzo, y cinco años de trabajo se elaboró el primer vino del Río de la Plata. Sarandí el lugar del primer establecimiento ganadero y un saladero. Sarandí, es el eco dónde se escucharon los primeros disparos contra el invasor Británico. Sarandí, la ciudad industrial y obrera, donde en aquella época de intolerancia, se hicieron montañas de libros y los enviaron a la hoguera ,porque tenían ideas perniciosas para los jóvenes.  Sarandí ,  en un paso fugaz por sus calles ,nuestro Borges se inspiró, para alguna de sus obras. Sarandí, un club como Arsenal joven, pequeño con un millar de simpatizantes,  consciente  de sus limitaciones ,que saben de no perder por mucho, pero humildes en el triunfo, como su gente, como sus jugadores, como su técnico de quien hemos escuchado comentarios de alguno de sus libros, casi en confidencia. Sarandí, el Arsenal F.C. al lado de la  Selva Marginal Costera, un pedacito de tierra que nos queda como reserva ecológica y orgullo de nuestros vecinos y Sarandí el único topónimo que conserva esta localidad, cuya gente  vive del trabajo bien hecho más allá de todo reconocimiento, y Usted como escritor sabe muy bien a lo que me refiero. Arsenal F.C. de Sarandí  toda la sencillez de su gente, la clase obrera, para homenajear, no al Nobel de Literatura, sino para homenajear al hombre de trabajo, al escritor, lo trascendente más allá del tiempo.
Juanmanuelcaro
“Hincha de Arsenal”

Hernán Cortés Juan Miralles

Hernán Cortés. Inventor de México 

JUAN MIRALLES 

Esta es la mejor biografía de Cortés que se haya publicado hasta la fecha, la más completa y objetiva, un libro excelente para desterrar tópicos y sombras, pese a las lagunas que perduran sobre tan controvertido personaje



JOAQUÍN MARCO | 05/09/2001 |  Edición impresa

La bibliografía sobre la figura del Conquistador, Hernán Cortés, es ingente, aunque parcial y fragmentaria. Esta extensa obra de Juan Miralles (Tampico, México, 1930), diplomático desde 1955, director del Seminario de Historia de las Relaciones Diplomáticas de México en la UNAM, no supone una incursión ocasional en el período de la Conquista, ya que antes había editado la obra de Francisco de Cervantes Salazar y la de Francisco López de Gómara. Constituye un importante esfuerzo para ofrecernos una extensa, documentada y objetiva biografía del más conocido de los conquistadores españoles. Para ello, en lugar de frecuentar bibliografía secundaria, acude a las fuentes primeras, elige la que a su juicio responde más a lo que pudo ser la realidad, aunque no deja de ofrecer las diversas versiones de hechos puntuales, a menudo contradictorios.

El resultado cabe entenderlo como un éxito. No sólo disponemos ya de la mejor biografía de Cortés que se haya publicado hasta la fecha, la más completa y objetiva, sino, además, de una amplia crónica de la conquista de México, bajo la que subyace una tesis: la formación del México moderno sería inexplicable sin aquella aventura de Cortés y los suyos y su compleja personalidad, a caballo entre la mítica medieval y el nuevo modelo de cortesano renacentista.

Habrá que esperar hasta la pág. 579 para entender el concepto que Miralles tiene del Conquistador: “Cuando se menciona a Cortés, es necesario precisar de cuál de ellos se habla, porque hay varios: uno es el que hunde las naves para iniciar una aventura que no tiene marcha atrás, y otro muy distinto, aquel cuya atención se encuentra centrada en los matrimonios de sus hijas. Es indudable que cambió mucho con el paso del tiempo [...] Llegó a Santo

Die Frau Kristin jmcaro


"Die Frau Kristin"...el carruaje a paso lento y continuo,llego al Paraje de Puente Chico,se detuvo unos minutos ,para dejar dos maletas y a Frau Kristin, luego siguio viaje por el polvoriento camino hacia los pagos de La Magdalena...,

miércoles, 12 de marzo de 2014

24 abril 12 de mayo FERIA en la Rural

"La Feria es un momento cultural importantísimo para la vida de Argentina"

Quino

Desde que nació Joaquín Salvador Lavado, en Mendoza, es conocido como Quino, ya que su familia, de origen andaluz, lo llamaba así para diferenciarlo de su tío, Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario. Hablar de Quino es hablar de hablar de Mafalda, ese personaje universal que emociona y hace reir a abuelos, padres e hijos de todos los rincones del mundo.

Las 4 preguntas:

- ¿Qué representa la Feria para usted?
Una gran alegría. Representa un momento cultural importantísimo para la vida de Buenos Aires... para la vida de Argentina. La variedad de autores y la cantidad de gente que la visita es una muestra de su relevancia en la cultura local.
- Si tuviera que definir la “experiencia Feria” en 3 palabras, ¿cuáles elegiría?
Mmm... difusión de la cultura. No son tres, pero casi.
- Podría contarnos la mejor anécdota vivida en la Feria.
Creo que después de tantas visitas, no se puede pensar en una. Pero sin dudas, el contacto con los lectores es lo más importante. Uno trabaja, entrega la página y no sabe qué gente lo lee. Entonces aquí es la ocasión de encontrarse con los lectores, conocer sus caras. Ellos se llevan una firma, pero yo me voy repleto de muestras de cariño.
- ¿Cómo se imagina la Feria dentro de 40 años?
No tengo la menor idea. Creo que va a ser todo libro electrónico y eso, de alguna manera, va a cambiar la relación entre el lector y el texto. No es lo mismo, a mi entender, la relación que se establece con el libro de papel, que con una pantalla.

Robert Koch

autores: Susanne Gola y Miguel Vicente

Lejos de la imagen romántica del científico, Robert Koch, que revolucionó la microbiología con descubrimientos tan cruciales como la identificación del germen que causa la tuberculosis, vivió inmerso en las ambiciones, conflictos y pasiones que agitan al mundo de los investigadores modernos. En 1905 le fue otorgado el Nobel de Fisiología o Medicina y sus postulados, definiendo los requisitos necesarios para probar que un determinado microbio es el causante de una enfermedad infecciosa, son todavía, con pocas modificaciones, una pieza fundamental en las investigaciones actuales.


Robert Koch no solo descubrió la causa de enfermedades infecciosascomo la tuberculosis y el carbunco, también estuvo inmerso en una épocaen la que los antiguos patrones de la ciencia  y los científicossufrieron profundos cambios pasando de ser una afición a una profesión.

Según Koch, para cerciorarse de que un microbio es la causa de una enfermedad, es necesario que esté siempre asociado a los casos de enfermedad, que se le pueda obtener de los enfermos y cultivarlo en el laboratorio para usarlo luego para infectar a un individuo sano (obviamente un animal de experimentación) y volverlo a obtener de este último cuando a su vez caiga enfermo.  En palabras de Koch “El conjunto de todos estos factores me permite concluir que los bacilos presentes en las lesiones de la tuberculosis no solo las acompañan sino que de hecho la causan. Estos bacilos son los auténticos causantes de la tuberculosis”. Siguiendo estas pautas Koch encontró además otros microbios patógenos responsables de enfermedades como el carbunco y el cólera. Robert Heinrich Hermann Koch había nacido en Clausthal el 11 de diciembre de 1843. Era el tercer hijo de un total de once. Su padre era técnico de minas. Se cuenta que aprendió a leer a los cinco años leyendo periódicos y que pronto mostró, como su padre, una gran afición por los viajes, lo que sin duda debió ayudarle en sus desplazamientos a lugares entonces remotos de África y la India para estudiar enfermedades y epidemias  como la malaria y la peste. Estudió Medicina en la Universidad de Göttingen.
Inventos de cocina
El trabajo de Koch, aparte de por su calidad como científico, fue también posible por avances técnicos de su laboratorio que hoy en día son rutinarios, entre ellos la llamada “Placa Petri” y el uso de agar como compuesto para solidificar los medios de cultivo permitiendo la propagación de colonias aisladas descendientes de un único individuo. La primera fue inventada por Julius Richard Petri un colaborador de Koch. Sustituir por agar a la gelatina animal, que, además de ser destruida por muchas bacterias no llega a ser sólida a la temperatura a las que se  incuban, se le ocurrió a otro de sus ayudantes, Walter Hesse, viendo cómo los postres con gelatina de agar que cocinaba su esposa Lina (Angelina Fannie) permanecían sólidas incluso en el verano. A Lina, educada en Nueva York, le había enseñado a usar el agar un vecino que había vivido en Java .

Añadiendo el medio de cultivo con agar fundido a las placas Petri. Laboratorio de Ramón Díaz, CIB. Foto: Erinia Vicente.

Discrepancias no sólo científicas
A Koch se le opuso otro influyente biólogo de su época, Rudolf Virchow, quien opinaba que las enfermedades son debidas casi exclusivamente al mal funcionamiento de las propias células del enfermo. Esta rivalidad científica se mezclaba con recelos y rencores sobre las condiciones  profesionales y académicas de cada uno. Otra conclusión de Koch, completamente probada hoy en día,  de que la tuberculosis humana y la bovina son producidas por gérmenes diferente también atrajo múltiples críticas y oposición cuando en 1901 la comunicó en el Congreso Médico Internacional sobre Tuberculosis en Londres.
Vial de Tuberculina de Koch de 1895 que se conserva en el Charité Hospital, Berlin. Foto de Terry Sharre.

Todavía es más controvertido el hallazgo de la tuberculina, un extracto del medio donde se cultiva el bacilo de la tuberculosis y cuya procedencia Koch guardó en secreto durante tiempo, se cree que esperando recibir, si se comprobaba que servía para curar la enfermedad, unos buenos ingresos. Finalmente Koch se vió forzado, incluso por causas de política científica, a revelar los detalles, lo que en cierta medida podía ser prematuro. Por aquél tiempo, 1889, Koch, a la sazón cuarentón, se enamoró de una joven de 17 años, Hedwig Freiberg. Es posible que cuatro años después Koch utilizase algunos de los ingresos reportados por la tuberculina para divorciarse de su primera esposa, Emma, y casarse con Hedwig. La eficacia de la tuberculina como cura de la tuberculosis es todavía un tema controvertido, pero lo que sí es cierto es que su uso como herramienta para  su diagnóstico, en lo que fue también decisiva la intervención de Clemens von Pirquet que se dio cuenta de que la tuberculina producía una reacción alérgica,  ha sido muy importante.
Hedwig Freiberg a la edad en la que conoció a Robert Koch y en la que se ofreció para una prueba con tuberculina. Publicada en Nature con autorización de R. Munch y el patrocinio de la German Science Foundation.

El poder del amor
El nuevo matrimonio de Koch fue recibido como un gran escándalo por el estamento académico, nada proclive a aceptar conductas personales que se salgan de las normas más cavernícolas, pero lo cierto es que Hedwig no solo acompañó a Koch hasta su muerte en Baden-Baden el 27 de mayo de 1910 por un ataque cardíaco, también fue una pieza clave para demostrar la eficacia de la tuberculina como diagnóstico. Koch, posiblemente con una infección latente y sin síntomas por el bacilo de la tuberculosis, había probado la tuberculina en él mismo, lo que al tratase de una prueba de alergia le había causado una reacción muy fuerte. La joven, no cabe duda de que guiada por su afecto por el científico, se ofreció voluntaria para que se le hiciese la prueba, así se pudo calcular la dosis adecuada para realizar el diagnóstico en individuos no infectados.

domingo, 9 de marzo de 2014

Alberto Breccia

Mirando esas Misterix, uno se da cuenta rápidamente que el trabajo de Alberto Breccia no tenía nada que ver con lo demás, no encajaba ahí. El otro trabajo en el que se notaba algo personal era el de Arturo del Castillo.
Sí, había diferencias de intensidad, profundidad y fuerza, ellos se mandaban un floreo espectacular de empeño, experiencia y talento en una situación donde se notaba, digamos, recordando los dichos de [Héctor G.] Oesterheld a [Carlos] Trillo y [Guillermo] Saccomanno, la evidente caída de status con las molestias sociales consiguientes y donde, a pesar de todo, estos maestros, orillando la sobrevivencia, rumbeaban hacia lo alto… Luego aparecíamos allí también nosotros, que por suerte ya mirábamos hacia arriba. Hay que decir que en el desbarajuste general entramos a jugar en lo que había sido el campo central sin estar necesariamente preparados para ello pero, ya que jugando se entiende la gente, en el Misterix de [Editorial] Yago algunos empezamos a hacer ver algo, alguito… También en la última época de Frontera hicimos algunas cosas bastante bien, es inocultable.
¿Y cómo fue su paso por Misterix con Precinto 56? ¿Ud. las leía?
Bueno, yo soy una víctima de Misterix. También de Cinemisterio, Tit-Bits, Intervalo, El Gorrión, Tor (como Arlt), la enciclopedia Espasa-Calpe y Acme, para ser exacto. Estoy agradecido y conmovido, el haber encontrado esa revistita abrió un cruce de caminos central en mi corazón y cercanías, ¡Pulpería La Excelencia! Empecé a comprarla todos los viernes, yo venía del Pato Donald y del Bichito Bucky, allá por el año 1951, 1952. Antes la revista era más grande y después –por la escasez de papel– hicieron ese Misterix apaisado, tapa y contratapa con los cuadritos de los troesmas, coloreados brillantemente por Stefan Strocen. Fue un acierto visual absoluto. Y ahí estaba, junando embelesada, toda la muchachada historietística de la época, hasta Juan Sasturain, allá en las pampas lejanas, fue víctima de ese happening subcultural. Yo, que ya dibujaba, entré en el delirio de las excelencias de [Hugo] Pratt, de [Paul] Campani, de Oesterheld, de [Alberto] Ongaro, de Solano López, de [Mario] Faustinelli, un gran capo oscuro, él hacía Pat Brando en el Misterix y Kim de la Nieve en el Rayo Rojo. Este descubrimiento se transformó en mi interés central. Yo, viniendo de Disney y sin olvidar los goces pasados, me pasé hacia la aventura con visos de “seriedad” y al dibujo menos redondito. Y allí me instalé. Después también miraba en derredor, junto a todo el piberío. Cada uno compraba diferentes productos narrativos y después nos íbamos pasando las revistitas. Vivíamos en Pilar, que era un pueblito perdido en la Pampa, de cercanías, allá lejos y hace tiempo. Eran dos mil almas ahí, yo iba a la escuela a las 8 de la matina, pasaba por la puerta del kiosco todos los días, pispeando lo que había, y me compraba el Misterix. Llegaba a la escuela leyendo, mirando, tropezando. Y después todo lo que aparecía como texto y dibujo por ahí, yo interesadísimo. Había aún plata en casa, se compraban muchas revistas, así que también me compraba Pimpinela, a veces Patoruzito y Patoruzú, pero conseguía seguir todo lo que se hacía,con los préstamos y el intercambio. Dibujábamos con mi hermana María, la mayor, a ella también le gustaba dibujar en esa época, compraba Intervalo, Idilio y Cuéntame, mis tíos compraban Rico Tipo y El Gráfico, mis viejos Mundo Argentino, Mundo Deportivo, Vea y Lea, Selecciones del Reader’s. Mi viejo nos había regalado un libro grande de contabilidad, lo poníamos sobre la mesa del living y cada uno copiaba a su preferido. Entonces a [Alberto] Breccia lo empecé a mirar en Patoruzito, con su Vito Nervio, notando ya su trabajo con el pincel. Cuando fui a la Escuela Panamericana de Arte a tomar cursos semanales de dibujo –creo que eran los jueves, primero en Paraná al 600 y luego en San José al 700– yo estaba obsesionado con Pratt.
H. Pratt y H. Oesterheld - Ernie Pike (Hora Cero Nro. 3, julio de 1957)
H. Pratt y H. Oesterheld – Ernie Pike (Hora Cero Nro. 3, julio de 1957), Editorial Frontera.

Dante Quinterno

LA BIOGRAFIA DE DANTE QUINTERNO
Dante Quinterno nació en Buenos Aires el 26 de octubre de 1909. Era proveniente de una familia numerosa: su padre, Martín Quinterno, su madre, Laura Raffo, y sus tres hermanas, Celia, Luisa y Laura. Su abuelo paterno, Pedro, era de origen piamontés y se había instalado en la zona de San Vicente, donde adquirió chacras para dedicarse al cultivo y comercialización de frutales. A los catorce años publicó sus primeros tres dibujos en la sección de lectores de Páginas de Columba. Con el germen de su trazo dinámico y costumbrista, las ilustraciones enfocaban la hazaña boxística del argentino Luis Angel Firpo (“El Toro Salvaje de las Pampas”), que con una trompada había logrado tirar a su contrincante, el norteamericano Jack Dempsey, fuera del ring.
Por el año 1924, mientras cursaba estudios secundarios en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, Quinterno se inició como ayudante de uno de los más grandes y famosos dibujantes humorísticos del momento, Diógenes “Mono” Taborda; y poco más tarde empezó a colaborar con Arturo Lanteri, pionero de la historieta local. Ese año comenzó a enviar sus dibujos a diferentes diarios porteños. Paralelamente, se dedicó a la práctica del boxeo y del remo. El 29 de julio de 1925 hizo su debut profesional como dibujante con la tira "Panitruco" (imagen de la derecha), la cual era guionizada por Carlos Leroy. "Panitruco" fue publicada en las páginas de "El Suplemento". Casi inmediatamente, le siguieron "Andanzas y desventuras de Manolo Quaranta" (1925) para "La Novela semanal" (click aquí), "Don Fermín" (que más tarde pasaría a llamarse "Don Fierro", 1926) en "Mundo Argentino", y "Un porteño optimista" (que sería rebautizada "Las aventuras de Don Gil Contento", 1927) para el popularísimo diario "Crítica".
PANITRUCO
En 1928 gana un concurso de historietas (en forma compartida) en la revista "Caras y Caretas" (click aquí).
El 19 de octubre de 1928, en el diario "Crítica", y como personaje secundario de la tira Aventuras de Don Gil Contento, apareció por primera vez Patoruzú (dibujo de la izquierda). Originalmente llamado "Curugua-Curiguagüigua", ese mismo día se le cambió el nombre por el popular "Patoruzú". Después de viajar a Estados Unidos en 1933 y contactarse con los Estudios Disney, llegó la consagración de Quinterno: en noviembre de 1936, apareció el primer número de la revista "Patoruzú", que agotó en pocas horas los 100.000 ejemplares. En 1938, se casó con Rosa Schiaffino, con quien tuvo tres hijos: Dante, Walter y Mónica. Posteriormente, sus dibujos formaron parte del séptimo arte: el 20 de noviembre de 1942, se estrenó en el cine Ambassador -el mismo día que una obra clave del cine nacional, "La guerra gaucha"-, el corto de 15 minutos Upa en apuros, que fue el primer dibujo animado argentino en colores. A partir de los años cincuenta dio un giro significativo a su vida. Empezó a adquirir campos en las zonas de Cañuelas, Coronel Brandsen y Trenque Lauquen, convirtiéndose paulatinamente en productor ganadero y forestal, razón por la cual fundó la revista especializada Dinámica Rural. Entre 1956 y 1957, se abocó a construir un modelo de auto deportivo, casi idéntico a aquellos que suele conducir otro de sus hijos preferidos, Isidoro Cañones. En octubre de 1968, en la celebración de la Bienal Mundial de la Historieta, llevada a cabo en Buenos Aires, Quinterno se opuso terminantemente al uso de la imagen del indio en los afiches promocionales.
Portador de un perfil bajo, Quinterno declaró en un reportaje publicado en octubre de 1931 a la revista "Aconcagua" lo siguiente: "Encontré a Patoruzú después de haber estudiado la psicología de los indios que sobreviven en el país, y me interesó especialmente el más bonachón e ingenuo. Pero es la auténtica personificación del valor, simboliza cuanto de excelso puede contener el alma humana, y en él se conjugan todas las virtudes inalcanzables para el común de los mortales. Es el hombre perfecto dentro de la imperfección humana". Multimillonario, con el tiempo Quinterno se alejó del dibujo aunque siempre controló con mano de hierro la producción de las historietas y sus contenidos. En 1996 fue condecorado con la Medalla de oro de la Cámara de Diputados de la Nación (por su trayectoria), y en 1999 fue distinguido por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad, la empresa familiar abarca, además del terreno editorial y la explotación comercial de la marca Patoruzú en nuevos soportes tecnológicos, las telecomunicaciones y el comercio exterior. Dante Quinterno falleció, a la edad de 93 años, el día Miércoles 14 de mayo de 2003. En Octubre de 2003 se realizó una exposición retrospectiva de su obra en el Centro Cultural Recoleta (Bs. As.).

martes, 4 de marzo de 2014

Lenguaje Popular Diana /2014


Sancti Spiritus ( foro de investigación)

Puerto de Sancti Spiritus


Sobre el sudoeste del Departamento de San Jerónimo, Provincia de Santa Fe, está ubicada la localidad de Gaboto, un pequeño poblado de algo más de 2500 habitantes, en las afueras de la población se encuentra un parque arqueológico y un museo estatal, denominado Sancti Spiritu.

Esta construcción es la réplica del primer asentamiento europeo sobre tierras argentinas, la fundación de dicho fuerte se produjo el 9 de junio de 1527 por orden de Sebastián Gaboto. En septiembre de 1529 fue incendiada y destruida, según algunas versiones culpan a los Querandies y otras a los Timbues.

Mientras un número de escritores indican que fue consecuencia del mal trato que recibieron los indígenas por parte de la población europea, historiadores como don Gregorio Funes en su libro “Ensayo de la historia civil de Buenos Aires, Tucumán y Paraguay”, o Pedro de Angelis en su “Colección de obras y documentos sobre la historia de las provincias del Río de la Plata” realizan un relato un poco mas novelesca dentro de un drama romántico, lo que lleva al cacique Marangoré, atraído por los encantos de una mujer cuyo nombre era Lucia Miranda a atacar y destruir la población.
Así sucedieron los hechos, según la versión de estos dos autores.

El 3 de abril (el 5 según otras fuentes) de 1526 leva ancla desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz una flota compuesta por 4 naves, las “Trinidad”, “Santa María”, “San Gabriel” y la goleta “Santa Catalina” y 600 hombres al mando del navegante, cartógrafo y astrónomo Sebastián Gaboto, oriundo de Venecia con 40 años, con orden de “pasar a las Malucas y tentara el descubrimiento de tharsis, Phir y Catayo”.

En un viaje dilatado, escaso de víveres y con gente disgustada decide cambiar de rumbo llegando al puerto de los Patos, en la actual isla brasileña de Santa Catalina, en donde encontró a dos náufragos del viaje de Solis, que les informaron de las supuestas riquezas del “Rey Blanco”. Estos relatos provocaron el interés de Gaboto, que por su cuenta, sin consultar a España, inicia el viaje al Rio de Solís, actual Rio de la Plata, partiendo de la isla en febrero de 1527.
Remontó este río hasta una isla que llamó de San Gabriel por haber llegado a ella el 18 de marzo, día del santo. Cerca de la isla, en la que denominaban Banda Oriental, se establecieron en un puerto que denominaron San Lázaro y que resulta así ser el primer asentamiento en esta parte de América.

En el transcurso de la expedición se había encontrado con el grumete Francisco del Puerto, único sobreviviente de la expedición de Juan Díaz de Solís, quien se ofreció para señalarle el camino hacia la ambicionada Sierra de la Plata, que en realidad quedaba en la aún no conquistada región del Perú y Alto Perú. Decide entonces dejar en mayo a las naves “Trinidad” y “Santa María” con treinta hombres al mando de Antón de Grajeda para que construyera un fuerte más seguro en lo que se llamaría San Salvador, también en la Banda Oriental. El veneciano parte con cerca de 200 hombres en la “San Gabriel” y la goleta “Santa Catalina”, navegando por el río Paraná de las Palmas hasta la desembocadura del río Carcarañá.

En la margen izquierda del río Carcarañá, sobre una barranca saliente de seis metros de alto, en el ángulo que forma este río con el río Coronda se detuvieron el 27 de mayo y fundaron el fuerte Sancti Spiritu, cerca del río Paraná. Allí levantaron además 20 casas, convirtiéndose en la primera población blanca del actual territorio argentino.
Los trabajos de construcción del fuerte quedaron terminados el 9 de junio de 1527, fiesta católica de la Pascua de Pentecostés, lo que explica el nombre, en latín, de Sancti Spiritu (Espíritu Santo) con que lo designó Gaboto. El fuerte levantado sobre la barranca estaba rodeado por un foso de tres metros de ancho por cuarenta de largo, formando un semicírculo con una empalizada de palos a pique. Tenía dos torreones y en su interior una casa de tapias de madera y techo de paja que servía de cuartel general.

Construyeron además un bergantín, y el 23 de diciembre, después de nombrar a Gregorio Caro capitán del fuerte y dejarle treinta hombres para defenderlo, Gaboto partió aguas arriba por el río Paraná.

Escribe Gregorio Funes “Los aborígenes vecinos a la fortaleza eran los timbúes, gente mansa, dócil y sensible al dulce placer de la amistad. A beneficio de estas prendas sociales y del buen trato de los españoles se mantenía este puesto en perfecta tranquilidad”.

En septiembre de 1529 gobernaba el fuerte el alcalde Ñuño de Lara, noble hidalgo dotado de prendas singulares: era cariñoso, afable, circunspecto, prudente, respetable, mandando con el dulce imperio de las obras que facilitan y vencen las dificultades. Mantenía una severa disciplina, inspirando en sus corazones humanidad y clemencia con los indios: á estos conservaba en mutua correspondencia, rescatando de ellos los alimentos, sin lesión de la equidad y justicia. Todo prometía bonanza, y aseguraba hermandad incontrastable por muchos años. Así sucediera si la furia de una pasión no lo convirtiera todo en cenizas.

Marangoré, cacique de los Timbúes, á pesar de ser un bárbaro, no pudo resistir los tiros inflamados del amor. Había entre los españoles una dama llamada Lucia Miranda, mujer del valeroso Sebastián Hurtado, y esta era la que á los principios con su agasajo, inocentemente, abría en el bárbaro una herida, que jamás había de curar. Lucia con suma discreción procuraba ocultarse de sus codiciosas miradas, esconder unos ojos cuyas chispas habían producido tanto incendio.

Deseoso de tomar a Lucia, ya por la fuerza, llamo á consejo á su hermano Siripo, para buscar un aliado para realizar el ataque al poblado, luego de una dura discusión entre ambos y para evitar la acusación de cobarde, Siripo acepta formar parte del ataque cuyo objetivo era matar a todos los españoles excepto a Lucia.

Espero el momento en que una comisión de 50 hombres al mando del capitán Rodríguez Mosquera partiera por unos días en buscar víveres para la guarnición, entre estos hombres se encontraba Hurtado, esposo de Lucia. De esta manera la población quedaba extremadamente debilitada.

Marangoré reunió un grupo de 4000 hombres que los dejo cerca del fuerte, con la orden de atacar por la noche. El entre tanto, seguido de treinta soldados escogidos y cargados de subsistencias, llegó hasta las puertas del baluarte: ofreciendo las provisiones que llevaban sus vasallos para socorro de la necesidad que se padecían, esto fue recibido con agrado por Lara, ingenuo al ver que llegaba la noche y al estar el cacique lejos de su tribu le ofreció pasar la noche dentro del fuerte.

Acobijado en unos mismos techos y mezcladas una gente con otras, cenaron y brindaron muy contentos hasta que el cansado del festín llevó a la población e invitados a descansar. El sueño oprimió á los españoles y los dejó á discreción del asesino. Marangoré realiza las comunicaciones mediante señas e inicia el ataque, hizo prender fuego á la sala de armas, abrió á su tropa las puertas de la fortaleza, y todos juntos cargaron sobre los dormidos, haciendo una espantosa carnicería. Los pocos españoles, como Pérez de Vargas y Oviedo, que pudieron lograr sus armas, vendieron muy caras sus vidas. El comandante Lara con un valor increíble repartía en cada golpe muchas muertes, en la desesperada lucha respirando estragos y venganza buscaba desesperadamente con los ojos á Marangoré; al punto mismo que lo vio, se abrió paso por entre una espesa multitud, y aunque con una flecha en el costado, no paró hasta que la hubo enterrado su espada entera en el cuerpo del cacique. Ambos cayeron muertos; pero Lara con la satisfacción de haber dado su último suspiro sobre el bárbaro, y saber que en adelante no gustaría el fruto preparado por la más vil de las traiciones. Ninguno escapó con vida en esta borrasca, á excepción de algunos niños y mujeres, entre ellas Lucia Miranda. que quedó en libre cautiverio de Siripo, hermano de Marangoré, sucesor suyo en el gobierno.

Todos fueron llevados ante presencia de Siripo el sucesor de Marangoré. El nuevo cacique en el momento que vio á Lucia comprendió que aquella cautiva haría el dulce destino de su vida. Se arrojó á sus pies, y le aseguró que era libre, siempre que condescendiese en hacer felices sus días. Pero Lucia con un aire severo y desdeñoso rechazó su proposición, y prefirió la esclavitud.

La expedición al mando de capitán Rodríguez Mosquera volvió al siguiente día de la desgracia sucedida en el fuerte. Sebastián Hurtado, marido de Lucia, la busco entre los cadáveres, y al no hallarla, escapo hasta la población de los Timbues, para rescatar á su cautiva esposa llegando hasta la presencia de Siripo.

El nuevo cacique Timbúe al verlo no dudo en decretar su muerte en forma inmediata. Lucia desesperada suplico a favor de su marido. Ella consiguió la revocación de la sentencia; pero bajo la dura condición de que eligiese Hurtado otra mujer entre las doncellas Timbúes, y que en adelante no se tratasen con 'las licencias de la unión conyugal”. Acaso por ganar partido en el corazón de Lucia, tuvo Siripo, la humana condescendencia de permitirles que se hablasen.
Corría el año de 1532, cuando el cacique Siripo los sorprendido a ambos juntos. Cargado de ira mando a la hoguera a Lucia y Sebastián es amarrado á un árbol, y hecho el blanco de las flechas.

Los demás españoles, finalizado la sepultura de las víctimas del ataque, abandonaron el fuerte, y embarcados siguieron el curso de su fortuna, ya desgraciada, y de costa en costa, á vista siempre de tierra, llegaron á las cercanías de San Vicente, colonia lusitana en el Brasil. Allí levantaron unas chozas, y aliados con los portugueses se mantuvieron poco más de año en buena correspondencia.

Sancti Spiritus historia y leyenda por Pablo Yurman


Sancti Spiritus: historia de aventuras y amores prohibidos

Por Pablo Yurman.- En junio de 1527, Sebastián Gaboto estableció un fuerte a orillas del Paraná y cerca de la desembocadura del Carcarañá.
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El 9 de junio de 1527, en coincidencia con la Fiesta de Pentecostés –de ahí el nombre elegido–, Sebastián Gaboto fundó el Fuerte de Sancti Spiritus. Lo hizo tras remontar el río Paraná, a la altura de la desembocadura del río Carcarañá, cerca del lugar donde actualmente se emplaza la localidad de Puerto Gaboto, al norte de Rosario. No todos los historiadores coinciden en la fecha exacta de la fundación, puesto que los españoles habían llegado unas semanas antes y luego de elegir el lugar como el más apropiado comenzaron la construcción del fuerte o real, con la ayuda de los naturales que habitaban el lugar, los carcaráes o caracaráes, y también los timbúes.
La expedición de Gaboto no tenía por fin la fundación de ciudades, por tal motivo lo que a lo sumo se limitaría a erigir serían asientos o fuertes, que como tales no necesitaban de una “fundación” propiamente dicha. En rigor de verdad, el “fuerte” no era más que un rancho de paja rodeado de una empalizada sobre un terraplén, al que poco después se agregaría una modesta capillita de similares condiciones, pero que constituyó el primer templo en nuestro suelo, lugar donde a poco el sacerdote Diego García que integraba la expedición celebraría las primeras misas y los casamientos entre españoles y nativas. Ello habla a las claras de que no todo fue hostilidad y enfrentamiento, rasgos de los cuales si bien no hay conquista que este exenta en la historia de la humanidad, no ocuparon la totalidad de las relaciones entre nativos y conquistadores.
¿Gaboto o Cabot?
Acaso sea la figura de Sebastián Gaboto una de las más polifacéticas de cuantas arribaron en aquellas épocas a esta parte del mundo. De él nos dice el historiador Vicente Sierra que “arribó a España haciéndose pasar por inglés, y como tal se lo tuvo mucho tiempo. Nacido en Venecia, en 1479, fue su padre Juan Gaboto quien al servicio de Inglaterra trató en 1496 de descubrir un paso al Asia en la costa norte del Nuevo Mundo”, agregando que “desde el principio mostró aptitudes para la intriga y la deslealtad”.
Lo cierto es que luego de haber acompañado a su padre en esa aventura por las costas canadienses, John Cabot se casó con una española, Catalina de Medrano, instalándose en España. Quiso el azar que heredara el cargo de Piloto Mayor que la Casa de Contratación había otorgado a Juan Díaz de Solís, el descubridor del Río de la Plata (llamado durante años Mar de Solís en su honor) hasta que fue muerto y, literalmente, devorado por los charrúas.
Según el contrato celebrado entre el navegante y la Corona de Castilla, su empresa tendría estricto carácter mercantil en orden a intentar seguir la ruta descubierta años antes por Magallanes para llegar al Asia a través del paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, es decir, lograr circunnavegar el globo con rumbo a lo que los españoles llamaban “la especiería”. No hay que olvidar que pese al posterior interés por el oro y la plata, en realidad, lo más importante en términos estratégicos para la Europa de entonces, no eran esos metales sino las especias (pimienta, mostaza, canela, etcétera) que procedentes de Oriente permitían conservar los alimentos y así pasar los duros inviernos del Hemisferio Norte.
El amor prohibido
No hay datos corroborados por documentos que den cuenta de la presencia de mujeres españolas en la expedición de Gaboto a estas tierras, a diferencia de otras travesías en las que sí embarcaban hombres casados. Sin embargo, el primer historiador criollo, el asunceño Ruy Díaz de Guzmán, en su obra La Argentina. Historia Argentina del descubrimiento, población y conquista de las Provincias del Río de la Plata, escrita en 1612, es decir, muy próxima a la fecha en que ocurrieron los hechos, relata que cuando Gaboto abandonó Sancti Spiritus para retornar a España dejó una guarnición de unos cien hombres, entre quienes se hallaba el soldado Sebastián Hurtado y su esposa, Lucía Miranda.
Según Julio de Guernica, autor de Somos porque fuimos, los indios vecinos “de la tribu de los timbúes, encabezados por sus caciques Mangoré y Siripo, concurrían a aportar provisiones e intercambiar bienes con los españoles. Mangoré se enamoró de Lucía e hizo toda suerte de propuestas galantes; ante el rechazo de ella concibió tomarla por la fuerza, y para ello persuadió al otro cacique, su hermano”.
Aparentemente, algunos soldados, entre quienes se encontraba el esposo de Lucía, salieron en busca de víveres, ocasión que fue aprovechada por los indios para atacar el fuerte. En el combate murió el cacique Mangoré y varios españoles, sobreviviendo solo algunos, entre ellos Lucía y otras pocas mujeres. Agrega De Guernica: “A su vuelta de la expedición, Sebastián Hurtado fue apresado por los indios y llevado ante Siripo. Éste lo condenó a muerte, pero ante los ruegos de Lucía consintió en salvarle la vida, pero a cambio de que nunca se comunicaran entre ellos, ofreciendo incluso otorgarle una mujer india”.
El amor entre los esposos resultaba inocultable y el furioso cacique Siripo habría ordenado darles muerte a ambos: Sebastián fue atado a un árbol y “flechado por aquella bárbara gente” según el relato de Díaz de Guzmán, en tanto que Lucía murió quemada en una hoguera improvisada, poniendo así fin a la primera historia de amor prohibido en nuestras tierras.